martes, 1 de julio de 2008

* * *


Lo bello y lo sublime ya no se haya en el objeto,

sino en el sujeto,

de ahí también

la capacidad de discernir....
Alfonso Reyes

3 comentarios:

Paz dijo...

Tengo un problema con el objeto y el sujeto
Estoy cansada de todo lo que se toca, huele, saborea, se ve….
Estoy cansada de mis defectos y de los del mundo.
No sé si te lo he dicho antes, pero tengo tantas ganas de invernar.
De estar solo conmigo.

Mucho amor te mando con un abrazo.

Paz dijo...

Maribel.
Anoche al acostarme, pense en ti, pense en: "yo no,nosotros".
Pense en la soledad que aveces necesita el alma.
Cosa rara, pero me imagine coversando contigo.

Te imagine diciendome algo parecido a lo que me postiaste.
:)

Seria rico que algún día se cumpla en carne, hueso y espiritu.

Anónimo dijo...

El problema, me parece, es siempre objeto y sujeto, una entelequia de la cual jamás safaremos, esa entelequia, esa enfermedad del lenguaje que imposibilita todo acto nacido de las mejores intenciones: Se es, o no se es, todo reducido a ese maldito axioma propositivo. No hay descanso para el alma, mientras exista esa aberración del lenguaje. Aquí no cabe ni el pesismismo, ni los defectos, ni el mundo. Aún así, ansiamos la llegada de la primavera; en eso nos acercamos con la ede más arriba. Saludo: M.